Quise retomar dos frases que me llamaron la atención para escribir el siguiente ensayo.
La primera es del famoso escritor irlandés George Bernard Shaw, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1925 y activista político. Como ser crítico definió el sistema político con la siguiente cita: "La política es el
paraíso de los charlatanes".
La segunda es del cuadragésimo presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan, demócrata y actor reconocido en el año 1938, afirmó “He dicho muchas
veces que la política es la segunda profesión más baja y me he dado cuenta de
que guarda una estrecha similitud con la primera”
ACTUACIÓN COMO PROFESIÓN O ACTUACIÓN
COMO CORRUPCIÓN
Wikipedia
define la política como la actividad humana que tiende a
gobernar o dirigir al Estado en beneficio de la sociedad, pero en estos tiempos
y sobre todo en los jóvenes, la política es vista como un elemento corrupto
embriagado por la ambición y el poder. Es innegable que la política es un
ámbito en el que en muchas ocasiones se usa la palabra con una vaciedad
sorprendente. Los políticos son seres capaces de hablar horas y horas sin decir
nada, y más cuando usan esa jerga que solo ellos comprenden, compuesta de
cifras y datos que al ciudadano no le interesan o no entienden.
Generalmente
los políticos cuando están a la espera de ganar la candidatura de algún cargo
tienen etapas de proselitismo, en el que intentan acaparar la atención del
público para conseguir el voto que los podrá llevar a la gloria. Para ello se
valen de excelentes actuaciones, cual si fueran artistas profesionales, puesto
que saben encontrar el clímax exacto para conmover, reír, enojar y sentir
esperanza con las promesas propuestas, cuya finalidad es llegar a satisfacer las emociones
de los espectadores, que perciben la realidad pero no la comprenden,
dedicándose a esperar un final feliz como típica telenovela mexicana.
El
mundo de la política cuenta con todos los componentes dignos de una novela
Shakeaspereana, desde la traición pasando por la ambición hasta las “buenas intenciones”
que no siempre resultan ser las más apropiadas, pero que siempre por tener ese
tinte de credibilidad envuelven a los
perceptores. Es claro saber que los
políticos utilizan el lenguaje como herramienta de manipulación masiva, donde
esconden la otra cara de la moneda, esa que solo busca el poder, el dinero y el
prestigio político que los hace invencibles antes sus rivales; esto sumado al
despliegue actoral dan como resultado el embauque a la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario